RESTAURANTE CASA VÍCTOR - Guadalajara, Guadalajara

BERTHA PEREZ

Llegamos por casualidad, todo lo que comimos estuvo delicioso.
Pedimos de entrante para compartir los torreznos de Soria. De segundo las chuletillas de cordero cada uno.
De postre una tarta de queso manchego para compartir que estaba deliciosa. Una de las mejores tartas de queso que he probado. Me puedo atrever a decir que mejor tarta que la mítica de San Sebastián.
Y no lo digo a la ligera, la he comido por varios años.
El café también puedo decir que estaba muy rico.
Todo en general. Nos encantó
Sin duda recomiendo

Santiago Fernandez

Restaurante estupendo. La comida es muy buena y tiene raciones generosas. El horno de leña le da un gran toque a todo. He juntado 2 veces a la familia y ha sido un acierto. Lo recomiendo.

Noelia

Buscando lugar para comer, nos encontramos con éste noble lugar, excelente, tanto el trato como sus generosas raciones.
Fué todo un acierto, muy recomendable al 100%100.
Cuidado con los platos, muy bien servidos.
Un poco escondido pero merece la pena encontrarlo.

Pablo González

Íbamos de paso por Guadalajara. Lo descubrimos de casualidad callejeando. Un servicio profesional y de calidad. Muy amables y atentos en todo momento.
La carta muy variada y todo con una calidad destacable. Muy buen genero y una excelente elaboración y presentación.
Los precios totalmente acordes con la cantidad y calidad.

andres garcia soriano

No suelo escribir muchas reseñas, pero cuando uno disfruta creo que hay que decirlo.

Mi visita a este restaurante ha sido muy satisfactoria. La comida exhibía una calidad notable, y ¡se notaba dedicación en cada plato! La carne a la brasa, en particular, fue realmente deliciosa.

No puedo pasar por alto mencionar los postres, cada uno ¡¡casero!! y exquisito, que añadieron el toque perfecto.

Además, el camarero Javi fue muy atento y amable durante toda la velada.

Sin duda repetiremos

Wilson Rodrigo Aguilar Pizarro

Excelente lugar.
La comida exquisita. Productos de muy buena calidad, sabores deliciosos, los platos muy cuidados y con buena cantidad.
El trato por parte del personal increíblemente bien.
Son muy profesionales, detallistas, atentos y amables.
Fuimos con mi familia y pasamos una comida estupenda.
Sin duda repetiremos.
Muy recomendable.

MILUSK M

Un lugar muy acogedor , la comida muy rica y Ana nos atendió muy linda y servicial , el helado 100 puntos .

Alejandro García

Fuimos un grupo de 25 personas y nuestro camarero, “Plab”, nos atendió de maravilla.
Teníamos un menú cerrado con: ensalada de tomate, parmesano y rucula. Pensaba que sería como otras que he probado, insípida, pero estaba muy buena, esta vez combino bien los sabores, algunas rodajas algo blandas pero bien. Probamos las croquetas de bacalao, que sin más, pero las de jamón muy buenas, y muy cremosas, como mandan los cánones actuales de la cocina moderna.
Huevos rotos con jamón: el huevo, bien frito, con la yema bien punto, las patatas fritas algo blandas, y el jamón era cortado de pata, lo cual es un acierto de notable.
Luego cada uno teníamos un Segundo, el entrecot que estaba bien de punto para cualquier persona, yo personalmente me gusta más poco hecho, pero el sabor era magnífico, bien de humo, al igual que el bacalao, olía y sabía a una buena parrilla, bien.
Las carrilleras no me dio tiempo a hacer foto, pero igual, estaban muy buenas.
El postre, bueno, no tengo palabras
Le pido por favor al restaurante que, la TARTA DE QUESO que estaba TAN BUENA, el sirope de por encima LE SOBRA, se lo aseguro, qué sabor a queso, diría que predominaba el sabor a oveja, era un gusto comerselo. El brownie y la milhojas de cabello de ángel tb estaban muy buenas.
Le doy un 5 porque es un restaurante que a pesar de tener los platos típicos, tienen de los mejores sabores y da gusto comer así, aunque la decoración sea de hace 40 años.
Lo único malo que saco del sitio, es el olor a frito que tiene cuando entras. La ropa tuvimos que tirarla toda a lavar junto con los abrigos, si mejoran eso, tienen restaurante para muchísimo tiempo. Tuvieron el detalle de invitarnos a unos licores.