El Meson - Almodóvar del Campo, Ciudad Real

Duli

Me ha encantado.
La comida casera y espectacular. Me ha transportado a cuando yo era pequeña y no me daba cuenta de lo maravillosa que era la comida de mi madre.
No es un lugar lujoso, ni lo necesita te conquista desde el primer momento por la calidez de sus camarer@s y como he dicho por la estupenda comida.
Si buscas un lugar bueno, bonito, barato es el lugar.
100x100 recomendable

Kati

Lugar lleno de moscas, camarero improvisado y comida que deja mucho que desear.
Sin duda no volveré, no me ha dado sensación de limpieza, he comido cruzando los dedos para que no me siente mal

Eduardo D. G. P.

Ubicado en el corazón de Almodóvar del Campo, El Mesón es una parada obligatoria para quienes desean sumergirse en la auténtica gastronomía manchega. Desde el primer momento, el ambiente tradicional y acogedor del lugar invita a disfrutar de una experiencia que va más allá de lo culinario.

La carta es un homenaje a los sabores clásicos de la región, destacando platos como las migas, las gachas y el pollo asado, que, aunque requieren encargo previo, garantizan frescura y calidad en cada bocado. Además, su menú diario, disponible a un precio asequible (11€ entre semana y 14€ los fines de semana), es una excelente opción para quienes desean probar una variedad de platos sin salirse del presupuesto.

El servicio es otro punto fuerte de El Mesón. El personal se caracteriza por su amabilidad y disposición, siempre atento a las necesidades de los comensales, lo que añade un toque especial a la experiencia.

La terraza exterior es un añadido encantador, perfecta para disfrutar de una comida al aire libre en días soleados o noches frescas.

Si bien algunos detalles podrían afinarse, como una mayor rapidez en momentos de alta demanda, la calidad de la comida y el trato recibido superan con creces cualquier pequeño inconveniente.

En definitiva, El Mesón es un rincón imprescindible en Almodóvar del Campo para quienes buscan tradición, sabor y un ambiente familiar. ¡Altamente recomendado!

Elisabeth S.

Restaurante pésimo para no volver más.
Dos horas y media para comer ,el primer día el segundo plato tenía un sabor raro.
El segundo día los platos de comida eran la mitad que el día anterior.
Las patatas fritas con todo tipo de aceite requemado ,incomibles !
Se ha de vigilar la cuenta porque cobran de más si pueden.

Sección de barra ( botellero) unas cucharachas como ratas,vasos sucios y atención pésima.
Les da igual que lleves dos horas sin ser atendido.... Poca amabilidad.
Por supuesto no volvemos más !!!!

Sebas

Sí te gusta comer moscas, éste es tu sitio. Tuve que comer muy rápido porque se paraban las moscas en la comida, me sentí muy incómodo. No lo recomiendo para nada.

Jose J.

Un mesón, una casa de comidas familiar con la que trasladarte a La Mancha del siglo XVII, sin exagerar nada viendo su arquitectura y decoración. Comedor acogedor donde poder decir "que aproveche" y te contesten con un "gracias", con su lumbre al fondo (si acaso mantel de tela o de papel, pero blanco sin dibujo alguno). Trato cercano y precios asequibles con los que degustar una sopa castellana (muy rica), unas migas con todo su acompañamiento y una tarta de galleta buenísima. Pasando Brazatortas acércate a ver la Venta del Alcalde (Venta de la Inés) citada por Cervantes y haz una ruta por el Valle de Alcudia.

Tania C. R.

Hemos visitado este bar/restaurante recientemente y la atención ha sido decepcionante. El lugar tiene muchas posibilidades porque es una plaza muy grande,pero faltan camareros para la dimensión de la terraza,o en su defecto, si sabes que no puedes atender tantas mesas,lo mejor es poner las mesas que tus camareros puedan atender.
Llegamos a las 21:15, con intención de tomar consumiciones y cenar. La sorpresa fue que no había orden de llegada y atendían de manera aleatoria, conseguimos que nos trajeran la cena a las 22:30, para ser más precisa la cena era: Un montado de guitarra, una hamburguesa y un bocadillo de lomo. Logramos cenar a esa hora después de entrar al local y preguntar si habían recibido la comanda. Para tomar una segunda consumición fue imposible porque, aunque la pedimos, nunca llegó.
La cuenta fue de cabeza por parte del camarero y sin ticket.
Es comprensible que es un negocio y que tienen que hacer caja,pero vuelvo a repetir que si la terraza es excesivamente grande,o contratan más camareros,o quitan mesas. Estoy deacuerdo con los comentarios negativos en las reseñas porque reflejan perfectamente el sentimiento que tuvimos nosotros.
Como dato añadido, destacar la paciencia y " comprensión " por parte de todos los clientes que estuvimos allí, porque aunque había un disconfort generalizado,la gente se comportó de manera muy,muy educada. La experiencia era para pedir hoja de reclamaciones.

mariplas M.

Terraza llena, pedimos que nos avisaran si quedaba mesa libre pero nos ignoraron. Cuando nos sentamos fuera (vimos varias mesas libres) tuvimos que ir a por las consumiciones nosotros por que no nos hacían ni caso sirviendo a otras mesas que habían llegado después. Eso sí, a la hora de pedir la cuenta estuvieron raudos y veloces.